Matías Vieira 2008 Foto Digitálica |
BÍBLICOS
Eugenio
Ibar Schepeler
Por pisarle
la cola a la serpiente
que,
astuta, le guiaba hacia su objeto,
hallóse
nuestro Padre, de repente,
junto a Eva
que estaba en el secreto.
Bajo un
florido y fresco limonero
lo puso
frente a frente del problema,
Adán se
sacudió como un plumero,
y,
estupefacto, se chupó la yema.
Ella,
inclinando el ave de su cuello
bajo el
manto de luz de su cabello
velaba las
manzanas del jardín.
Adán perdió
su honor de caballero…
La culebra
enroscada al limonero,
les tocaba
entre flores el violín.