Algunas fotos son mías, otras no. Por eso llevan el nombre del fotógrafo y, si se dispone del dato, el año de captura. Asimismo se señala si es fotografía analógica (que por cierto me gusta mucho) o digitálica.

domingo, 6 de diciembre de 2015

NO ES TU TALLE ...

Matías Vieira
1970
Foto Analógica

No es tu talle gentil quien me enamora,
ni ese donaire que al mirarte hechiza,
ni tu candor que todo diviniza,
ni tu boca que perlas atesora.

No es tu mirada ardiente y seductora
lo que enciende mi pecho y me electriza,
ni tu acento gracioso es quien atiza
el fuego de este amor que me devora.

No tu rostro que puro resplandece
agita el corazón breve momento,
ni tu imagen grabada en mi alma deja:

lo que en ti me entusiasma y enloquece,
lo que excita el amor que por ti siento
es un lunar que tienes en la oreja.

Manuel Antonio Hurtado

miércoles, 15 de julio de 2015




Matías Vieira
1970
Foto Analógica

SONETO FINAL
Luis Merino Reyes

Me sobraba tu amor y estaba harto
contigo, con tu voz enardecida,
ahora ya no estás conmigo erguida,
derribado en mis besos tu alabastro.

Huérfano de tu voz regreso y parto,
vago en tu lejanía adormecida,
tu ausencia me acorrala y no te olvida
todo mi ser desfalleciendo intacto.

Y si volvieras, pobre nuestro idioma,
extenuada la luz, ido el aroma,
retornaría al miedo de tu paso.

O nos cobijaría, hecho costumbre,
todo el amor que conservó su lumbre
en la oquedad sombría de mi abrazo.


jueves, 4 de diciembre de 2014

LENTO AMOR



Fotógrafo Desconocido
1945
Foto Analógica


Desde ti hasta mí ya no hay espacio.
Unidos como el agua a sus orillas
vamos en gran silencio y en sencillas
pasiones, de entender aún despacio.

Cantándole a la vida entre reacio
y feliz aceptar de maravillas.
Miro tus ojos: en tus ojos brillas
eternamente mía y tan despacio...  

Navego por tus brazos. Tú me llevas
de puerto en puerto por tu piel ayuna
para el amor que das y que me creas.

Ahora estoy en ti, a tus fallebas
atado para siempre, sin ninguna
posible salvación entre tus teas.

Guillermo Trejo

sábado, 20 de septiembre de 2014

YO LE DIJE AL AUTOR...


Ricardo Cárdenas
2012
Foto Digitálica


Yo le dije al autor de estos sonetos
que soy una camisa de once varas
gato de siete vidas y dos caras
nada que ver con rimas y cuartetos.

Informal, mis secretos son secretos
y no palabras ni palabras raras
de estas que cuestan poco y son tan caras
a un roedor de oscuros mamotretos.

Pero el tal, sordo y mudo, me escribía
con el hueco orejero de una mano
pegado al rastro de una borradura

sobre el desierto del papel que hervía
de mi cólera suya: andar en vano
detrás del propio ser sin su escritura.
 
Enrique Lihn

sábado, 6 de septiembre de 2014


Armando Vieira
1955
Foto Analógica

COMENSAL
Alberto Rubio

Arrimado a la esquina de la mesa,
y al cristalino son de mi cubierto,
quisiera seguir siendo el mismo Alberto
Rubio enconado con su eterna presa.

¡Qué dorada la carne me embelesa
volviéndome de sueño! ¿Estoy despierto?
Pero en mi silla permanezco cierto,
varón real que de comer no cesa.

Fluyó la vida en mí causando agravios
y en amigos antiguos y leales
que me dan la verdad no por ser sabios,

sino por sus arrugas y señales
de que el tiempo no pasa por sus labios
sin comerse a los propios comensales.

martes, 29 de julio de 2014


Matías Vieira
1973
Foto Analógica


NICOMEDES GUZMÁN
Juvencio Valle

Impalpable ceniza y sueño alado
hoy rebullen ardiendo en este vaso;
si la ceniza me perturba el paso
el sueño me sostiene iluminado.

Polvo final y sueño consumado,
indivisible alianza, férreo lazo;
entremezclados van alba y ocaso
dentro de este correr precipitado.

Lámpara de un minuto solamente
el universo que alumbró la frente;
con tan mezquino aceite y frágil leño

qué cantoral humano se eterniza:
la flor de ayer ya terminó en ceniza,
la piedra secular fue sólo un sueño.  

miércoles, 25 de junio de 2014



Matías Vieira
1970
Foto Analógica



SONETO NÚMERO XII
José Miguel Vicuña

Almíbares y aljófares en bandejas de hielo,
Carlos René perdido, la Maruja sentada,
la puerta se abre al vino que huye por la calzada.
Todos los caballeros, con sombrero de pelo,

tocan con guante blanco el instantáneo cielo,
se llevan a la boca una alfombra callada,
un friso de Pompeya con verde mermelada
y, púdicos, se cubren de rojo terciopelo.

Ellas hablan a gritos y escuchan en sordina;
los témpanos navegan en tazas de café
y el ventarrón se cuela por la torta de harina.

Humberto, Sergio y Pepe juegan al balompié,
mientras el tiempo intacto, tictac, no se adivina
y se cubren los astros de azúcar flor y té.